"Yo quiero hacer rutas light!" - decía mi hermano, pero cuando le enseñé la altimetría del Oiz, enseguida se puso a planificar la ruta. No es muy light para ser sincero, este año van a subir los power-rangers profesionales, no los wannabe-s sino los de verdad, y lo han clasificado como puerto de primera categoría. Cada vez intentan salir más de su habitáculo así educando a la gente por la tele a que hay caminos ciclables fuera del asfalto también, a ver si se entera todo el mundo así podrían disfrutar aún más. En mi opinión no son los kilómetros que has andado sino que el "cómo has andado" lo que importa! Cada vez hay más gente que busca ciclismo de calidad, por ellos se ha escrito este articulo.
Para diseñar una ruta lo que siempre tenemos en cuenta es que no sea obligatorio llevar casco. No es porque somos así de rebeldes, sino porque así nos evitamos todas las carreteras de 80 y las más transitadas también, se reduce el riesgo estemos llevando casco o no y nos podemos concentrar en lo que verdaderamente nos interesa, en el cicloturismo. Así que carreteras generales descartadas, los que pueden ser una opción son caminos asfaltados que conectan los baserris, cortafuegos de gravilla, pistas, caminos de hormigón, asfalto roto, hormigón roto, y si no hay otra opción pues senderos en tramos no muy largos.
Para subir al Oiz, hemos elegido como punto de salida a Gernika, y punto de llegada a Berriz, así nos hemos aprovechado del Euskotren para salir y volver al botxo. La ruta muy cortita 36 kms, con 1200 de desnivel acumulado, "very light" perfecto para hacerlo en una mañana. Salir de Gernika muy sencillo, cero coches, junto al río Berrekondoko, pedazo rampón en Albiz, desayuno en Urrutxuko, hacen los pintxos de tortilla en el momento. Bonitas vistas desde el Balcón de Bizkaia giro a la derecha, y desde allí seis kilómetros de subida constante mínimo 10%, hormigón nuevo, hormigón viejo, bonitos bosques hasta el primer torremolino y a partir de allí íbamos acompañados por los gigantes blancos, viento, frío, vistas hacia Urdaibai y Amboto al otro lado. Hay pista hasta la cima. La bajada empieza por un poco de trialera, bicis al hombro, después preciosa gravilla entre vacas y caballos bajando poco a poco dirección Berriz, nada más después de habernos metido entre los árboles un giro a la izquierda y empieza una bajada brutal con mucha pendiente, no me gustaría volver a subir por allí nunca. Ya abajo seguimos por caseríos evitando las carreteras hasta Berriz.
Avagy így néz ki egy "lightos" bringatúra Baszkföldön. Idén a Vuelta 17dik szakasza az Oiz hegyen fog végződni, nem túl tipikus célpont országútis berkekben, de manapság egyre inkább próbálják a bringásokat arra nevelni, hogy ne csak a főutakon bringázzanak mert vannak alternatívák ahol sokkal de sokkal több igazi élmény ér. Lehet, hogy nem lehet olyan gyorsan haladni a Strava-n sem lehet villogni az átlagsebességgel viszont az élmény kárpótol. Fél napos túra, 1200 méter szintkülönbséggel, gyakorlatilag tengerszintről kell megmászni egy Kékes-nyi hegyet olyan 15 kilométer hosszan, a baszkok nem a szerpentin építésről híresek, szóval minden nagyon meredek, a legkisebb kistányérok is nagynak bizonyulnak. A csúcsra érve brutális a táj hatalmas szélerőművek végig a gerincen, hegyek amíg a szem ellát. Elökerül a nasi a kormánytáskákból, no nem hurka-kolbász de jókora szendvics, olajos magvak, gumicukor, csokoládé, semmi zselé meg izosztár mi nem olyan bringások vagyunk. A lejtő az brutális főleg murvás köves utak, mondhatnám hogy gravel az most divatos ugye, a lényeg hogy a vasútállomásig csak két kocsival futottunk össze. A vonat arra nagyon jó hogy elkerüljük a forgalmas utakat így arra tudunk koncentrálni amiért eljöttünk otthonról: a bringázásra.
