


Quienes son los nosotros? Poetas, pintores, artistas, renacentistas. Gente rara que ha aprendido a ver a través de las mentiras, o simplemente que ve las cosas importantes del mundo de otra perspectiva. Valientes que no les importa ir contra el corriente. Ciclistas que saben lo que quieren y saben diferenciar entre lo que viene de dentro de lo que es la manipulación de otros. Decepcionados, que han probado todo y han aprendido de sus errores y no piensan volver a cometerlos quienes haciendo un largo camino han encontrado una alternativa al ciclismo que tiene sus raÃces en la época de Alex Singer y René Herse. Gente que prefiere confiar en los muertos que en los vivos. Jóvenes y viejos que buscan valores como fiabilidad, responsabilidad, respeto y libertad que están persiguiendo constantemente sentimientos reales como es la velocidad, el sentimiento más importante para todos ciclistas.



Andar con bicicletas de acero tiene muchas ventajas. A parte de que aguantan más y son siempre reparables, modificables, aportan cierta comodidad que en las rutas largas nos viene muy bien. Las podemos cargar con alforjas sin tener miedo de que se parten bajando trialeras, escaleras, o saltando policÃas tumbadas. Y tienen una caracterÃstica que a mà como mecánico/soldador que las tengo que tocar cada dÃa me es muy importante, tienen un tacto frÃo, duro, dan sensación de rigidez, fiabilidad, es difÃcil describirlo pero me hacen sentir vivo. Y lo digo de experiencia otros materiales no son capaces de conseguir lo mismo, puede que sea demasiado conservador o tradicional, puede que vendrá una generación de mecánicos que hablarán asà de los plásticos pero por ahora me estoy encontrando con gente jóven ciclistas, mecánicos que piensan igual asà que seguiré tocando acero.




Y la Ruta: Salimos de Bilbao por bidegorris, carreteras olvidadas y vÃas verdes, hasta Sodupe no nos cruzamos con ni un coche. Tomamos dirección Okendo por una carretera muy poco transitada, todo recto hasta el Monasterio de Quejana, allà empezamos el ascenso hasta un puerto, antes de bajar paramos en el avituallamiento de Erbi. Bajamos por Llanteno hasta Camporra dónde empezamos a subir otra vez hasta el Aeropuerto de Zalla, todo pistas de gravilla cruzando riachuelos, paisaje espectacular a pocas horas de casa. Bajamos hasta Zalla, por cierto es una bajada muy rápida casi sin tener que tocar el freno para disfrutar de la velocidad a saco.
